lunes, 4 de agosto de 2014

 Karen Paola Carpio Jiménez

     Todos los días, jóvenes como tú o como yo nos despertamos con una cierta ansiedad, nos preguntamos si tendremos un mensaje, una nueva notificación, un tweet, un WA o tal vez la noticia de un evento de interés al otro lado del mundo. Twitter, Facebook, Instagram, Telegram, Line, WhatsApp, son solo algunas de las redes sociales más populares, y hoy en día, gracias a la gran cantidad de apps y websites a las que tenemos acceso, pareciera que, la única forma de comunicarnos eficientemente es por medio de estas redes sociales. Este tipo de tecnologías sociales, sin duda alguna, han cambiado nuestra forma de ver y comunicarnos con el mundo. ¿A qué se debe? 
     La forma en la que hacemos llegar nuestro mensaje al otro, con el tiempo, ha sufrido diversos cambios, sobre todo en el “canal” entendido como el medio físico a través del cual se transmite la comunicación. Desde el “cara a cara”, hasta las muy personales cartas y que ahora son enviadas por vía electrónica. Esto es posible por medio de un dispositivo electrónico que nos permite escuchar música, guardar imágenes, jugar, escribir, dibujar, revisar mapas… y en ocasiones hacer llamadas. Conveniente, ¿cierto? Sin embargo, este cambio en la manera de transmitir un mensaje no ocurre así como así. Deja grandes consecuencias que, tal vez, para generaciones nacidas después de los 70’s no sean significativas. 
     La Generación “Y” es adicta a la tecnología, lo cual se refleja en los cientos de millones de usuarios que atestan las redes sociales, y que utilizan sus conocimientos en áreas como el internet para demostrar su poder, ya sea uniéndose a otros para formar un grupo de hackers, o para lanzar un nuevo proyecto web, algo que hace a dicho grupo de personas más respetable y temible que sus antecesores (CNN México, 2013, π 9). 
     Aquellas personas que componen la generación “Y” (nacidos entre 1980 y el 2000) son un claro ejemplo de una modificación de valores en general, devenida del surgimiento de más y mejores formas de comunicarse. Según la cadena norteamericana de televisión, CNN (2013, p.1), esta generación es considerada la más agradable, tolerante y en pro de la diversidad. 
     Reyes (2010, p.1) nos menciona que las redes sociales “permiten acercarse a gente de otras culturas. Sin embargo, a pesar de todos los beneficios que las redes sociales no pueden traer, en algunos casos, permiten darle acceso a gente extraña a la vida personal, en ocasiones, con consecuencias fatales.” Tal es el caso del secuestro, la extorsión cibernética, e incluso, el ciberbullying. A pesar de los peligros que trae el “socializar” por medio de internet, las redes sociales juegan un papel importante en las modificaciones de las percepciones sociales actuales.
     Movimientos políticos, asambleas de partidos o simples reuniones de ex alumnos pueden ser organizadas, con gran facilidad, por medio de estas redes sociales. ¿Pero qué pasa cuando en lugar de aprovechar estas tecnologías propias de nuestros tiempos solo se usan para presumir un vestido, un auto, el nacimiento de un bebé o un trofeo? De acuerdo con IAB Spain (2010, π5), para el año 2012 el 25% del ocio se crearía en las redes sociales. Esto permitirá que la tendencia de compartir información de manera electrónica se vea mezclada y adaptada de acuerdo al grupo más cercano de amistades del sujeto, creando así una nueva forma de medios sociales de colaboración.
     Es necesario que los usuarios de estas tecnologías sociales sepan sacarle provecho al asunto. La ventaja del mundo virtual es que las cosas suelen ser inmediatas, es decir, permiten expresar ideas de manera clara y fuerte, además de informar en el momento. Es posible demandar el derecho que corresponde, de esta manera es posible hacer efectivo el amorfo poder que engloba este avance digital. Todo tipo de abuso a los derechos de los seres humanos, en general, puede ser denunciado a través de las redes sociales. Es importante reconocer que la accesibilidad no corresponde, necesariamente, al medio físico, sino al acceso a la información y la correcta transmisión del mensaje. 
    
     Referencias 
     CNN México. (2013). La generación “Y” quizá sea floja, egoísta y superficial, pero nos salvará. Recuperado el 1 de Mayo del 2014, de: http://cnnespanol.cnn.com/2013/05/09/la-generacion-y-quiza-sea-floja-egoista-y-superficial-pero-nos-salvara/
     IAB Spain. (2010). IV de Redes Sociales. Recuperado el 4 de Mayo del 2014, de: http://www.slideshare.net/elogia/cuarto-estudio-redes-sociales-iab-elogia
     Reyes, A. (2010). Peligro de redes sociales. Recuperado el 8 de Abril del 2014, de: http://www.calameo.com/books/001796803844caae9c2c4

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